Como ginecóloga-obstetra especializada en ginecología pediátrica y adolescente, la Dra. Rupa DeSilva puede trazar un vínculo directo entre el acceso a los anticonceptivos y el hecho de que los adolescentes y adultos jóvenes sigan estudiando.
Esto afecta realmente a todos. Si una mujer puede planificar sus embarazos y ser más productiva en el trabajo, eso repercute en toda la sociedad. Cuando nuestro sistema no piensa en cómo facilitar el acceso a los adolescentes, los adultos jóvenes y las mujeres, estamos perdiendo una oportunidad.
P: Como ginecóloga-obstetra, ¿qué hace, a quién sirve y por qué hace este trabajo?
A. Soy gineco-obstetra y tengo formación de subespecialidad en ginecología pediátrica y adolescente. Ejerzo desde hace 20 años. Atiendo las necesidades ginecológicas de mis pacientes hasta los 21 años. La forma en que nuestra generación más joven se ve a sí misma como persona, la forma en que se cuida y participa en la atención sanitaria empieza a una edad muy temprana. Espero formar parte de eso para las mujeres jóvenes.
P: ¿A qué tipo de barreras se enfrentan las mujeres de Dallas a la hora de conseguir anticonceptivos?
A. Hay muchas barreras. Las más comunes son el transporte, la economía y la educación. También hay mucho estigma en torno a los distintos anticonceptivos, basado en los valores, creencias, etc. de la gente. Hay estadísticas claras sobre qué métodos funcionan, pero sigue siendo una decisión personal basada en tu salud y en las responsabilidades que tengas.
P: ¿Qué es lo más importante que cree que deben entender los líderes comunitarios sobre el acceso a los anticonceptivos?
A. El acceso a los anticonceptivos no es sólo un problema para las mujeres con bajos ingresos. A veces el seguro no paga los anticonceptivos. A veces hay barreras, como ausentarse del trabajo para varias visitas diferentes. Eso es importante para las pacientes con ingresos bajos, pero también para muchas otras. Si un adulto joven va a la escuela, salir temprano tres veces para ver a un médico es desalentador.