Entrevista

Acabar con los mitos: Sherry Tenison, RN, MSW, WHNP-BC

Sherry Tenison es defensora de la salud de la mujer desde hace más de 20 años. Ha visto cómo mejorar la educación y el acceso a los anticonceptivos puede cambiar la vida de las mujeres.

"Lo que me impulsó a abrir mi clínica fue que estas mujeres no recibían la educación que necesitaban en relación con el control de la natalidad y su cuerpo. No recibían un tratamiento integral. Sentía que eso ocurría porque eran mujeres con bajos ingresos. Las pacientes eran un número y no individuos".

P: Háblenos de su trabajo: qué hace, a quién sirve y por qué lo hace.

A. Me convertí en enfermera especializada en salud de la mujer en 1996. Desde entonces hasta ahora he tenido mucha experiencia práctica en diferentes entornos. Algunas han sido en centros de salud federales, otras en organizaciones sin ánimo de lucro y otras en consultas privadas junto a médicos. Así que he tenido bastante experiencia en diferentes tipos de centros. Pero todos estos centros siempre han atendido a mujeres de entre 13 y 65 años con bajos ingresos.

P: ¿A qué tipo de barreras se enfrentan las mujeres de Dallas a la hora de conseguir anticonceptivos?

A. Algunas de las barreras son financieras. Si la paciente no tiene derecho a ningún tipo de Medicaid, por supuesto que va a quedarse sin anticonceptivos porque no puede pagarlos de su bolsillo. Siempre he sido consciente de esa situación, así que si tenía que hacerle una receta a la paciente, siempre me aseguraba de que le daba píldoras de la lista de Walmart que cuestan 9 dólares. Muchas de mis pacientes decían: "Oh, me lo puedo permitir". Pero si quieren un LARC como el DIU o un implante, no podrían permitírselo porque no tienen seguro. Esa es la principal barrera para recibir anticonceptivos.

P: ¿Qué es lo más importante que cree que deben entender los líderes comunitarios sobre el acceso a los anticonceptivos?

A. La educación es imprescindible. Es la principal barrera que tenemos que superar: educar a nuestros pacientes sobre la anticoncepción. Quiero que la gente acomodada también lo entienda. No sólo debemos hacer accesibles los anticonceptivos a las mujeres con menos ingresos, sino que también tenemos que hacer accesible la educación. Las mujeres con menos ingresos se informan a través de amigos y familiares o de YouTube, en lugar de acudir a su médico y obtener la información correcta sobre los métodos anticonceptivos. Otras mujeres pueden hacerlo sin esas barreras. Tampoco podemos excluir las creencias culturales sobre los métodos anticonceptivos. Algunas de ellas también son difíciles de superar; por ejemplo, la forma en que las distintas culturas perciben el control de la natalidad. Una vez más, entra en juego la educación.